sábado, 13 de diciembre de 2014

BENEFICIOS DE LA MEDICINA HOMEOPATICA



La homeopatía es un sistema terapéutico que utiliza medicamentos a muy bajas concentraciones y se prescribe en función de los síntomas que aparecen en el enfermo ante cualquier enfermedad.
Así lo explica la doctora Assumpta Mestre, médico homeópata y presidenta de la sección de homeopatía del Colegio Oficial de Médicos de Barcelona.
La homeopatía es muy utilizada en el ámbito de la pediatría por los buenos resultados que presenta a la hora de curar afectaciones otorrinolaringológicas: laringitis, faringitis, otitis o amigdalitis. También resulta muy efectiva en problemas de alergias y de migrañas, aunque generalmente sus grandes resultados están al obtener una mejora en el estado de salud de la persona y en evitar recaídas, siempre con el mínimo riesgo y ofreciendo los mejores resultados.

Homeopatía Versus Medicina Tradicional
La medicina tradicional funciona por la ley de los contrarios, es decir, que ante una inflamación recetamos antiinflamatorios, y frente a un estado febril suministramos antitérmicos. En cambio, la homeopatía funciona por la ley de la similitud, provocando una reacción a nivel orgánico a favor de la propia reacción del organismo ante cualquier enfermedad. Así pues, potenciando esta capacidad orgánica se consigue que las enfermedades que desarrollamos salgan adelante.
Usos en Geriatría
Las personas mayores, por lo general, tienen unos efectos contrarios a los deseados cuando toman medicamentos tradicionales y, en muchas ocasiones, cuesta equilibrar la posología de esos fármacos. Con homeopatía este problema no existe ya que se pueden potenciar las capacidades de estas personas para ayudarlas a salir adelante. Hablamos de pacientes polimedicados para quienes la homeopatía no supone un riesgo, ya que al suministrar pequeñas dosis del medicamento la capacidad de intoxicación es muy baja.

Individualizar el Tratamiento
En homeopatía siempre se individualiza el tratamiento. No todos somos iguales y ante una enfermedad definida reaccionamos de una manera u otra. Por eso la homeopatía siempre ha personalizado los tratamientos en función de los síntomas, que son los que guían al médico a la hora de prescribir el medicamento. La homeopatía no trata patologías, sino personas. La forma de presentación de los productos homeopáticos puede ser en gránulos, en comprimidos o en líquido y siempre deben adquirirse en una farmacia.

La homeopatía actúa de forma rápida, muy contrariamente a la creencia popular. Una de las ventajas de este tipo de medicina, a parte de su eficacia y de los inexistentes efectos de intoxicación, es precisamente la capacidad que tiene de curar en poco tiempo. Cuando el paciente presenta una enfermedad aguda, como una amigdalitis, puede estar curado en 48 horas. Cuando hablamos de un paciente con una enfermedad crónica, como el asma, evidentemente la respuesta será un poco más tardía, pero no por culpa de la homeopatía sino porque el cuerpo necesitará un poco más de tiempo para cambiar.
 

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